Paciencia, humor y barro!
“Hasta el 40 de mayo no te quites el sayo”, “Abril aguas mil” y así podríamos seguir tirando de refranero y demás dichos populares para desahogarnos por la mala climatología que, especialmente los ciclistas, venimos “sufriendo” desde marzo.
No nos cansamos de decir que -al menos por nuestra zona - tiene que llover, que está todo muy seco, etc… pero llevamos unas semanitas que utilizamos toda la ropa del fondo de armario. Un punto intermedio ya nos hubiera bastado como ciclistas aficionados.
Esto por darle un pequeño toque de humor. Y por seguir dándoselo podríamos hacer algunos grupos. Los que se mojan sí o sí en carretera, gravel o btt y disfrutan igual (pros, ansias y muchos adjetivos más), otros venimos alternando salidas y rodillo dependiendo del día (envidiosos de los que sí salen pese al mal tiempo e impacientes nos llamamos entre nosotros mismos), algunos se dedican solo al rodillo y ya les parece demasiado (indignados ellos) y por último los que directamente no salen o no pueden. Todos ellos héroes sin capa que compatibilizan obligaciones diarias con un hobby precioso pero muy desagradecido en el que sabes que si no das pedales, todo cuesta un poco más.
Los que practican o pueden practicar más de una disciplina y alternar salidas en el campo con este tiempo lo tienen “algo mejor” y con menos riesgos que los que solo practican bicicleta de carretera.
Yo mismo sin ir más lejos he descubierto en el gravel. Y con ello, sin tener una zona puramente de gravel sino más bien de btt, una variante del ciclismo que me da mucho juego y libertad. Todavía no he hecho rutas largas ni bikepacking, de momento salgo -salimos- y hacemos caminos, pistas y algún que otro sendero y trialera no muy complicados. Y sin complicarnos porque, queramos o no, la bici de gravel tiene un límite y ni aunque quisiéramos podríamos hacer lo mismo que hacemos con una btt.
Nosotros lo utilizamos como antídoto al estrés diario. Y estas semanas atrás donde ha habido bastantes días de barro y charcos lo practicamos igual pero disfrutando del correspondiente “rebozado” en barro. Cierto que no es btt, que no creo que el gravel venga a sustituir sino a complementar. Y bienvenido sea.
De esta forma no estoy tan limitado al ciclismo de carretera y a quedarme mirando por la ventana si llueve o está nublado (soy de esos precisamente) y puedo salir a mojarme al campo.
Bien por el ciclismo en general en el que hubo, hay y siempre habrá gente que llueva o no, lo practique y disfrute como y cuando quiera.
Y con este pensamiento escrito, más corto de lo habitual, me despido hasta la próxima.
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